miércoles, 6 de julio de 2016

LA NIÑA DE LA MINA: De lo incorrecto al humor involuntario




El cine nacional ha tenido una veta interminable de intentos para poder colocarse en el gusto del público y generar que las salas, que están atiborradas hoy en día de producciones extrajeras, acepten y prioricen al cine con una mirada propia y diferente. Estos intentos algunos son fallidos, otros son bastante decentes y la mayoría salvo sus honrosas excepciones se quedan en solo eso, en intentos.
El hablar encima de género que es algo no muy cotidiano en la producción nacional, acota muchisimo más el panorama y hace que las comparaciones y los referentes se vuelvan mucho más fuertes. Si bien las formulas y los elementos cotidianos, a veces mal llamados Clichés son pan de todos los días en el cine extranjero, en México también podríamos pensar que se puede lograr algo muy comercial y muy entretenido para una audiencia con sentido light del disfrute cinematográfico.
Eso suponemos que pensó Jorge "Tocayo"Ramirez cuando se enfrasco en la realización de la cinta La Niña de la Mina, producción mexicana filmada en el estado de Guanajuato, basada en una historia de Rafael Zarate un leonés que con su historia pretendía rescatar aquello de las leyendas pérdidas del estado que siempre se escuchan pero que muy pocos se atreven a abordar.

El resultado de este emprendimiento es una cinta que navega entre lo tibio y el humor involuntario, La niña de la Mina no es una cinta comprometida con lo que cuenta y recurre al artilugio chapucero de contarnos una historia de miedo, donde lo que menos hay es miedo en si mismo.
La cinta nos cuenta como si se tratase de cualquier producción extranjera la historia de unas muchachonas calenturientas que después de la noche de embriaguez típica, deciden, junto con el mirey del antro ir a la mina que se dice esta embrujada. Ahí por supuesto sucederán cosas sobrenaturales; que en la mente del director "tocayo" se definen como sombras pasando delante de cámara y sonidos estridentes sin sentido alguno para generar una atmósfera que de por si es inexistente.

De ahi la cinta nos lleva a una universidad en estados unidos donde se encuentra el Famosisimo y prestigioso Dr Mateo que no es otro que José Angel Bichir el hijo de una dinastía de actores emblemáticos en México y que recurre al personaje exento de carisma y de chiste sin gracia para generar un personaje que no solamente recita diálogos por que si, sino que dichos dialogos más que paródicos se vuelven insostenibles al momento de entrar en la atmósfera del miedo; nuevamente definiendo esto como música estridente que no cesa en todo momento y efectos sonoros o sustos baratos que ni siquiera arrancan un suspiro en el espectador.
La chica guapa e intelectual es interpretada por Regina Blandon que si bien esta como tratando de empujar la cinta hacia el tono más en serio, nunca llega ya que la mitad de la película pierde el maquillaje (pensamos que porque esta poseída o bien le dio mucho miedo de salir en esta cinta) y con ello su mínimo poder de convencimiento se va de la pantalla.

Los secundarios como Gerardo Taracena que lo hemos visto en otras cintas con un muy buen nivel actoral pues están ahi y son expendables como el resto de los extras que deambulan en cada plano que nos propone "Tocayo" Ramirez. El Guanajuato que nos vende la historia queda como un mero pretexto para generar fondos económicos de parte de Gobierno del estado quien apoyo la cinta y filmar planos absurdos y sin nada cinematográfico simplemente copiando secuencias de montaje con alguna canción de moda que nada tiene que ver con lo que cuenta la película.
Al final la famosisima niña de la mina que tanto debió asustar no aparece, la trama cae en un cliché tras otro, la banda sonora no deja se sonar y se vuelve no solo una mediana copia de la música para película del santo contra las momias de Guanajuato sino que busca el dramatismo artificioso sin sentido para suplir la inexperiencia del realizador de lograr los momentos de miedo con otros elementos.

Sin duda alguna el momento climático de la cinta; si es que el espectador no se canso ya de algo repetitivo y sin vida, es lo más aterrador de la cinta, pero no por las razones por las cuales muchos pagan un boleto por ver cine de terror sino porque cae en la salida fácil, en el recurso mostrativo del monstruo barato sin efecto alguno en quien lo ve. Se escucha el ultimo acorde y los suspiros del respetable se dejan sentir, como cuando uno de chico se tomaba el antibiótico o el aceite de hígado de bacalao, ya que el martirio terminó y el mal sabor de boca seguirá por unas horas a quien se atreva a entrar en la sala tratando de disfrutar esta cinta.
Lamentable, olvidable y sumamente bochornosa es la triada de calificativos que merece esta cinta.
Véala bajo su propio riesgo

LA NIÑA DE LA MINA
Director: Jorge "Tocayo" Ramírez
Guión: Rafael Zarate
Fotografía: Marc Vellver
Producción: Xavier Fox
Actores: José Ángel Bichir, Regina Blandon, Gerardo Taracena.
Género: Horror

CALIFICACIÓN: 0 de 10