jueves, 9 de enero de 2020

EL CASO DE RICHARD JEWELL


Hablemos de un cineasta con la suficiente maduración como Clint Eastwood y digamos que cuando se ha tenido la oportunidad de estar codo con codo con los mejores directores como actor y tener a los mejores actores como director es una bendición que pocos pueden presumir.

El caso de Eastwood es excepcional con una carrera de mas altos que bajos y siempre con la simpleza de un estilo sobrio y desenfadado que logra calar hasta lo mas profundo del corazón de cada uno de los espectadores. Si tuviéramos que elegir entre varias de las cintas de Eastwood como director seria difícil decidir si Million Dollar Baby o Los imperdonables o Gran Torino o Rio Místico o hasta la primeriza Play Misty for Me pueden considerarse una mejor que otra. Lo que une a tantas formas distintas de narrativa y de alma cinematográfica es precisamente lo que hace grande a un cineasta; la forma de madurar el ojo fílmico de manera tal que llegue un punto en que lo de menos es el encuadre y lo más potente es la historia y moldear a los personajes.

Así en su nueva cinta El Caso de Richard Jewell, Eastwood nos cuenta la historia de este hombre que fue un punto álgido mediático en los Estados Unidos cuando ocurrió el atentado con bomba en los juegos olímpicos de 1996 en un país receloso de los extranjeros, con un presidente como Bill Clinton que jugaba mucho con la opinión pública y sus ideas neutrales y que fue acusado injustamente de haber plantado la bomba en Centenial Park, siendo el mismo el que alerto a los guardias de seguridad y gracias a ello se pudieron salvar a cientos de personas, el gobierno por supuesto busco un chivo expiatorio y encontró en este hombre la víctima perfecta para ser ejecutada, la cinta narra la búsqueda de la verdad y la pesadilla de esta familia durante el proceso de investigación. Richard Jewell interpretado con una pasión y garra por el extraordinario Paul Walter Hauser que ha sido relegado a secundarios diferentes y que quizá nunca imagino que pudiera tener un protagónico, aquí recrea de una manera más que fiel a este hombre venido a menos que un buen día le toca ser un héroe que después el gobierno y los medios lo quisieron volver un villano terrorista.

La historia arranca con la amistad entre Jewell y el abogado Watson Bryan que interpreta correctamente Sam Rockwell y que coloca al espectador en un lugar muy cómodo para entender que los lazos humanos y las relaciones pueden ser mucho más fuertes que el tiempo y que los problemas externos. Kathy Bates una actriz oscareada y necesaria hace varios años que ahora se ha desaparecido del medio, aquí demuestra que es y seguirá siendo una enorme actriz interpretando a la madre de este héroe caído y que lo va a acompañar hasta la ultimas consecuencias en su camino tortuoso por el dedo acusatorio de la sociedad y de la falta de profesionalismo de las agencias de investigación gubernamentales.

El resto del reparto John Hamm y Olivia Wilde que destacan por lo detestables de sus personajes que reflejan la ideología americana de los medios y del gobierno en defensa de la supuesta autonomía del país con mas poder mediático del mundo.

Sin duda alguna estamos ante una buena película que construye de una manera adecuada los momentos tiernos, tensos y dota de corazón la vida de este hombre injustamente acusado y mueve esas fibras sensibles en los espectadores componiendo personajes con enormes arcos dramáticos que logran empatizar con el espectador en todo momento.

Eastwood ha logrado ponerle corazón a la historia, darle un volumen adecuado a la situación y aunque pareciera un poco anecdótica, logra no solo exponer un punto de vista necesario sino que también ideológicamente muestra al verdadero pueblo americano con sus defectos y virtudes.
Todo esta sobrio, sencillo, la música de Arturo Sandoval que es un músico cubano de los mejores y que aquí logra esa fusión muy sensible entre una historia real y la ficción pura del relato.

EL VEREDICTO: Clint Eastwood demuestra porque es uno de esos directores maduros y bien calados que no necesitan demostrar nada pero que aún así se desempeñan magistralmente cuando tienen esos tremendos actores frente a la cámara. Sencilla en su construcción pero enorme en su contenido y sobre todo a destacar las actuaciones de los personajes principales que son de las mejores del año. Con posibilidades de una nominación al Oscar.

RICHARD JEWELL
DIRECTOR: CLINT EASTWOOD
PRODUCTOR: LEONARDO DICAPRIO
GUIÓN: BILLY RAY
ACTORES: PAUL WALTER HAUSER, SAM ROCKWELL, OLIVIA WILDE, JOHN HAMM
GÉNERO: DRAMA/BIOPIC