GLORIA BELL

El mundo del remake, para uso exclusivo de una industria que peca de moldear productos para una audiencia que genera dividendos, siempre y cuando se trate de algo que fue exitoso o que podría conectar con una nueva generación de espectadores que buscan en el pasado algo que los aferre a un presente muy desigual, es algo que no solo es cotidiano sino que se siente cansino y demasiado explotado.

Así Sebastian Lelio, director chileno que ha levantado su voz cinematográfica basado en la simplicidad de lo cotidiano, buscando personajes comunes y corrientes que validen la existencia de lo extraordinario en lo puramente ordinario, regresa a las pantallas después de cosechar éxitos seguidos con cintas como "Una mujer fantástica" que se alzó con el Oscar como mejor película extranjera y que le dio cierto respeto en la industria americana, dándole la oportunidad de filmar "Desobediencia" su primer película hablada en ingles con Rachel Weiz y Rachel Mcadams en los papeles protagónicos.

Y su regreso puede ser algo completamente inusual, ya que se trata de un remake de su propia cinta llamada "Gloria" que estrenó en el 2013 y que le valió 19 premios a nivel internacional. Esto llegó a los oídos de la actriz Julianne Moore que de inmediato pensó en que la historia debería ser contada para una audiencia diferente con otro tipo de contextos.  Así Gloria Bell se erige como un remake de una cinta con el mismo director, con una adaptación de Alice Johnson Boher en el guión y que nos cuenta la historia de una mujer cincuentona que aún busca ser un espíritu libre y lograr encontrar ese amor eterno que para muchos solo ocurre en la juventud.

Julianne Moore se calza en los zapatos de esta mujer dejando de lado la interpretación de Paulina García en la cinta original y logrando componer una mujer llena de sueños, esperanza y alegría externa pero a la vez con una melancolía frágil cubierta por esa decepción del paso del tiempo en medio de un mundo cada vez mas frío y condescendiente con la realidad, que nos provoca esa incertidumbre, del lugar que nos corresponde en la vida misma.

Gloria Bell se enamora, una y otra vez, intenta creer que aún no esta todo perdido, apoya a sus hijos pero no se entromete en sus vidas, tiene una vida activa que manifiesta con ese baile libre en ese lugar donde el tiempo se ha detenido y aún existen las personas que no decaen en su búsqueda por la pareja ideal.

Lelio ha recompuesto su obra y aunque es difícil separarla de la cinta original, la Gloria Bell renovada obedece a otra sociedad a otro lugar, a otra cultura y eso la vuelve interesante en diferentes sentidos. El guión no tiene vueltas enloquecidas, ni cambios radicales, simplemente ha colocado al personaje en otro lugar  y lo ha puesto a buscar en otros lugares. Coexistiendo ambas ideas en ese universo de la mujer que busca aun en su etapa madura ser feliz.

Julianne Moore esta para nominación al Oscar y es la dueña indiscutible de esta historia, se coloca dentro del personaje y lo compone lleno de matices, con una melancolía latente, pero a la vez con una alegría casi enloquecida.

Sebastian Lelio sin despotricar logra un tino y una narrativa contenida que coloca el ojo en los momentos y lugares que importan. ¿Era necesario este remake? por supuesto que no, pero si su existencia fue creada por la necesidad de americanizar un producto netamente latinoamericano, el resultado es una película, divertida, contenida, sensible y funcional en el retrato de la mujer intentando descubrir su interior por complejo que esto parezca.

Gloria Bell vale la pena, independientemente si se ha visto o no la cinta chilena del 2013(que si se tiene oportunidad es una cinta fantástica), funciona mas que como un eco, como una reubicación del mismo personaje y las dos Glorias mas que ser copias una de la otra, parecen almas gemelas que viven en un mismo universo en dos contextos distintos.

EL VEREDICTO
Gloria Bell es sin duda alguna una cinta innecesaria como remake, pero potente como obra única. Se agradece que el mismo director ha tomado las riendas del proyecto y no se trate de una cinta que simplemente se limita a copiar parámetros, sino que en su propio discurso funciona como algo orgánico que se deja ver sin ningún problema. Además la actuación de Julianne Moore es sin temor a equivocarme una de las mejores del año.


CALIFICACIÓN: 8 DE 10
DIRECTOR: SEBASTIAN LELIO
ACTORES: JULIANNE MOORE, JOHN TURTURRO
GÉNERO: DRAMEDY