martes, 5 de septiembre de 2017

DEATH NOTE



La adaptación, ese paso peligroso de un medio a otro, de un lenguaje a otro, de una expresión a otra. La forma de evaluar un proyecto que es una adaptación no es buscar las similitudes y los aciertos en la obra final en relación con la obra de donde proviene. Sino hacer que la obra final sea evaluada como una pieza aparte, aunque esto casi nunca funciona porque las comparaciones son inevitables.
La libreta de la muerte

Comienzo diciendo esto porque la mayoría de los asiduos lectores del manga japonés, los fanáticos acérrimos del animé, están en desacuerdo con que se aleje la obra adaptada del material original, ya que ellos siempre buscarán que todo lo que se imaginaron, que todo lo que fué la obra sin adaptación esté presente en el nuevo lenguaje y si no es así, la ola de críticas será interminable.
Ni con el neón lograron que L fuera interesante

Netflix es una empresa que misteriosamente si depende del Buzz negativo o positivo que el público hace de sus producciones originales y con esto miden el nivel de llegada y de impacto que tienen de su plataforma y si ha sido exitoso o no el intento de realizar proyectos que les dejen un número más grande suscriptores año con año.
El verdadero rostro de estos protagonistas de cartón

El caso concreto es la adaptación del manga de Tsugumi Ohba llamado Death Note que en 2003 le voló la cabeza a millones de adolescentes en todo el mundo y que después fué adaptado en una serie animada por Tetsuro Araki y a varias cintas de live action que han sido críticadas y amadas por igual por aquellos fans del manga que siguen fielmente la historia de Light Yagami un estudiante cerebrito que es elegido para ser el cuidador de la famosa Death Note que no es mas que un pozo de deseos oscuros y que tiene sus reglas como cualquier lampara con genio incluido, aunque acá en vez de genio se trata de un demonio llamado Shinigami Ryuk que es el verdadero dueño de la libreta y que ayudará a Yagami a cometer varias muertes y haciendo que Kira: nombre que adopta Yagami cuando comete sus crimenes, nazca para la sociedad como un estandarte de justicia social y de venganza.
El sentarse diferente  no hace un buen personaje

Como todo cuento dirigido al público juvenil, Yagami tiene un interés amoroso en Misa una modelo que también posee una death note y que tiene su propio demonio. 
Protagonistas descafeinados

Adam Wingard que se hizo famoso con su cinta You´re Next(2011), una historia slasher con mucha sangre y asesinatos, es el encargado para llevar Death Note al mundo anglosajón, convirtiendo esta historia japonesa en algo mucho más digerible para una audiencia diferente y que se pretende como la primera de varias películas para este sistema de Streaming donde en caso de resultar exitoso, se pretenden hacer varias secuelas.
Lo mejor sin duda, pero no se vé

La valoración de esta cinta pensando en lo dicho arriba debe ser primero en su calidad de historia individual sin dejarse llevar por las penurias de la adaptación. Death Note es fallida en cualquier terreno, la dirección de Wingard se siente torpe, con paso no muy firme y sobre todo tímida al momento de mostrar lo que cuenta. El demonio Ryuk esta interpretado por Willem Dafoe al menos en la voz y Wingard decide no mostrarlo del todo, tratar de esconderlo lo más posible suponemos para darle más brío a sus protagonistas. El problema es que sus protagonistas carecen de carisma Nat Wolff a quien hemos visto en cintas adolescentes como Bajo la misma estrella(2014) o Ciudades de Papel (2015) toma el papel de Light Turner(cambiando el Yagami porque no es japonés) este joven dueño de la libreta mortal, que debe enfrentare a sus propios miedos y que parece sacado de cualquier ropero viejo, acartonado, sin entender para nada su personaje. Repitendo diálogos y haciéndose el asustado con lo que ocurre. Margaret Qualley una actriz joven que interpreta a Mia Sutton (en vez de Misa) una porrista que se vé involucrada con Light y la libreta mortal, también con un personaje cliché, la chica guapa pero darkie, con sentimientos por el personaje principal pero con oscuridad en su alma. Y finalmente Lakeith Stanfield, a quien acabamos de ver en la cinta Get Out (2017) y que transforma al personaje  de L, emblemático en el manga en un pandillero afroamericano que su atractivo es estar tapado del rostro, comer dulces y sentarse como aguila en las sillas. 
Dinero invertido en algo muy poco redituable

Wingard ha creado lo mismo que hizo James Wong con la infame Dragon Ball Evolution(2013) un desastre de grandes proporciones, que no hace por supuesto justicia a la fuente de donde proviene y que funciona menos si hablamos de ella como una historia por separado y que no se sostiene por ningún lado.
El único personaje japonés de la cinta

Lo mejor de la cinta es Dafoe que con su voz dota al personaje de Ryuk de un toque muy siniestro, pero es opacado al momento de no tener ninguna relevancia en la historia y quedar tan solo como un efecto especial medio malecho que el director esconde a toda costa.

Netflix si desea seguir atrayendo suscriptores debe entender a que público van sus proyectos y sobre todo no echarse encima a la legión de seguidores de estas historias que en este momento lucen muy molestos por esta adaptación descafeinada y sin chiste de algo muy querido por ellos.

Adam Wingard replanteando su carrera mientras espera el veredicto

EL VEREDICTO: No hay mucho que decir, mala adaptación, mala película, muy poco atractivo y sin temor a equivocarme de lo peor que ha hecho netflix hasta la fecha.

CALIFICACIÓN: 3 DE 10
DIRECTOR: ADAM WINGARD
ACTORES: NAT WOLFF, WILLEM DAFOE

GÉNERO: THRILLER/TERROR/FANTÁSTICO

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