miércoles, 27 de septiembre de 2017

¡MADRE!


El cine de autor que ha marcado generaciones y que poco a poco ha sido diluido en salas por producciones estridentes y vastas de presupuesto, es aquel mal llamado cine de arte (ya que todo el cine es arte) y que ha colocado a cineastas internacionales en el ojo del huracán levantando polémica y ámpulas en donde se presenta.
Darren Aronofsky que en su carrera ha conocido ambos lados de la moneda, el cine puramente independiente y el cine altamente comercial con grandes estudios como Twentieth century fox de por medio, regresa al terreno del autor, al terreno del creador activo, donde hay la necesidad de construir un discurso poderoso, único en su clase y encima ha logrado que Paramount apueste por este proyecto arriesgado y personal que por supuesto no tiene intenciones de convertirse en una maquina de hacer dinero.

La casa al final de la calle

¡Madre! es el título de la nueva cinta de este director, protagonizada por Jenifer Lawrence y Javier Bardem como la pareja que vive aislada, un un mundo para dos, que súbitamente ve su perfecto universo colapsarse con la llegada de dos extraños interpretados por Ed Harris y Michelle Pfeiffer que se meten en su casa, en sus vidas cambiándolo todo. Hasta aquí la premisa parece sencilla y singular, intrusos en casa que no son lo que parecen, la pareja perfecta que esconde un secreto, un thriller convencional. 
Una pareja muy normal

Sin embargo Aronofsky demuestra que eso que para muchos puede parece simple en las manos de un director que ha estado en la gloria y en el infierno de su carrera, que ha visto como el mundo se destruye de apoco ante su mirada y preocupado por todo lo que la humanidad ha hecho a través de los tiempos, se convierte en una obsesión que va más allá de  lo que vemos a simple vista.
Michelle Pfeiffer madura y oscuramente malvada

Aquí el director ha construido una alegoría de la madre tierra, de la mirada del creador de todo, del origen falso de los seres humanos con el mito de Adan y Eva, con la autodestrucción del núcleo familiar, de los lazos que nos unen con un Cain y un Abel postmodernos, de la permisividad de hacer nuestro,  todo lo que esta a nuestro alcance, de volverlo hermoso o de destruirlo a nuestro antojo. 
Lo que se oculta debajo

La mirada poderosa de un ser omnipresente que crea, que fabrica y que tiene el poder de consumir hasta lo más profundo del concepto de la humanidad, gracias a su infinita bondad y sencillez. Que abre las puertas de su casa sin esperar nada a cambio, de ese reino puro que representa la utopía fastuosa de un lugar donde la musa de la inspiración, donde la madre tierra, donde esa representación de algo puro puede ser atrofiado, vejado, destruido, consumido hasta las cenizas y alterado por esos tantos y tantos personajes humanos que deciden apropiarse de algo que no les pertenece, de juzgar algo que no les corresponde y de sentirse los únicos dueños de ese lugar que antes era un paraíso y que gracias al odio, al racismo, a la violencia, al feminicidio, a las violaciones, a todo lo podrido que tiene el humano se ha convertido en un campo de batalla, en un infierno, en un apocalipsis donde nadie escapa, donde todos somos como zombies sin personalidad siguiendo algo que es falso y que lo demuestra a cada paso pero que aun así creemos en el.
Bardem haciendo lo que mejor sabe hacer, actuar

La construcción de la narrativa de ¡Madre! es claustrofóbica, el encuadre encima de los personajes, nos sofoca, el movimiento de una cámara que sigue sin cesar a todos lados que no deja de ver, de registrar, que se vuelve molesta, incomoda, la banda sonora sin música, con solo incidentales, diálogos fuertes, nada artificioso que nos distraiga, silencio, mucho silencio, y la rispidez del 16mm con ese grano explotado que es perturbador y molesto en partes, pero que también nos da cierta nostalgia ya que es algo que ya no vemos y ya no percibimos en la era digital. Los actores componen un escenario categórico, casi imperceptible en su dramatismo tremendista, con un gesto, un movimiento nos dicen muchas cosas. 


El Apocalipsis se avecina

Los últimos 30 minutos del filme son violentos, apocalípticos, poderosos, nos tienen agarrados del asiento, nos colocan en una posición incomoda, hacen lo que alguna vez Pasolini hizo en el cine enfrentar al espectador ante sus miedos mas profundos. Verse reflejado como una masa amorfa, oscura, absurda y devastadora. La Fotografía de Matthew Libatique es sucia, apabullante, construye una atmósfera enrarecida, ayuda y violenta a sus protagonistas. Aparenta ser demasiado naturalista pero realmente es artificiosa por si misma.
No dejes entrar seres extraños

Javier Bardem es el poeta, es EL, creador, dador de vida, llámese Dios, llámese Autor, llamese aquel sin nombre que es dueño de todo, y lo hace de una manera desquiciada, absolutista, con una de sus mejores composiciones actores. Jennifer Lawrence es la madre, la tierra, la virgen, la pura, la diosa de la inspiración, la esperanza, que genera el caos, que a veces es olvidada, que representa ese receptáculo inmaculado de aquello que genera vida, que oculta y carga con los pecados de todos, es la concepción del verdadero interés del artista, eso que lo hace distinto a todo y ella lo interpreta de una manera sutil, arriesgada y sin duda consigue con ello una poderosa interpretación digna de verse.

La paz antes del caos

Aronofsky ha vuelto con grandes cosas que decir, esto es lo que hace un autor, por supuesto la respuesta ha sido el repudio de muchos y la adoración de otros, pero eso es precisamente lo que vuelve grande una obra. Que a nadie deja indiferente y te permite hablar de ella por días con las varias lecturas que pueden hacerse.
Aronofsky esperando veredicto

EL VEREDICTO: Una cinta no para todo el mundo, un discurso fuerte y centrado sobre el mundo en que vivimos, es una cinta de terror pero desde otra perspectiva, aunque no se instale puramente en ese género. También puede ser una visión de lo que verdaderamente somos. O quizá entre otras lecturas lo que ocurre con una creación cualquiera que sea, el caos y el perdón del creador y la obra rebelde que toma vida propia y que se auto destruye en un momento solo para regresar al origen y volver a empezar.

Una experiencia, un viaje espectacular, sin duda alguna algo que se debe ver en el cine.

CALIFICACIÓN: 9 DE 10
DIRECTOR: DARREN ARONOFSKY
ACTORES: JAVIER BARDEM Y JENIFFER LAWRENCE

GÉNERO: THRILLER, HORROR, DRAMA

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