sábado, 25 de febrero de 2017

SILENCIO


El estreno de una nueva cinta de Martin Scorsese no solamente es algo para celebrar, ya que se trata de uno de los autores contemporáneos más prolíficos de los últimos tiempos y que se ha utilizando la palabra Autor para definirlo, teniendo en cuenta que personaliza cada obra y ha vuelto un estilo muy propio a través de toda su filmografía, logrando infinidad de momentos cinematográficos icónicos que forman parte ya de un documentos histórico de la humanidad.

Los universos de Scorsese
Desde los inicios de su carrera Scorsese ha sido punto clave para entender la revolución cultural y salvaje de la urbe norteamericana, Malas Calles (Mean Streets, 1973) sentaba las bases de esa estructura que rompía con todo lo convencional, la narrativa fragmentada, casi documental, con los movimientos de cámara que irrumpen en el entorno enorme de la pequeña Italia en Nueva York. Después que decir de Taxi Driver (1976) que si bien ha sido considerada una obra de culto, es tremendamente actual, es como si se hubiese adelantado a nuestro tiempo y nos hubiese profetizado la llegada del nuevo orden mundial, donde la insensibilidad y las calles son tan absurdas y violentas que no queda otro remedio mas que unirse o morir. Y su máxima creación, los gansgters urbanos, salidos de un mundo anacrónico que se rehusa a morir en el olvido con aquellos Buenos Muchachos (Good Fellas, 1990)

Portada de Silence de Shusaku Endo

Así con subidas y bajadas Scorsese ha construido su propio entorno y después de más de 50 películas ha decidido realizar su sueño, la adaptación de la novela Silencio del autor japones Shusaku Endo que ha sido llevada ya a la pantalla de la mano de Masahiro Shinoda en 1971 dos años después de la publicación de la novela y cuyo guión fue realizado por el mismísimo autor. La historia que nos cuenta esta novela es una revelación según palabras del Scorsese que después de leerla no solamente se obsesiono con llevarla a la pantalla sino que este proyecto tuvo que esperar varios años para ser adaptado y lograr convertirlo en una cinta digna de la obra.

Silence de 1971
Silencio es protagonizada por Liam Neeson, Andrew Garfield, Adam Driver y actores japoneses de la talla de Tadanobu Asano a quien recordamos en aquella oda a la sangre y a la violencia llamada Ichi The Killer (Koroshiya 1, 2001) del genial Takashi Miike. El recorrido de los padres jesuitas Rodriguez (Garfield) y Garupe (Driver) por encontrar la respuesta sobre la desaparición del padre Ferreira (Neeson) después de estar en japón intentando evangelizar a un pueblo reacio de perder sus costumbres y sus dioses, es el camino que Silencio retrata perfectamente, bajo la lente del mexicano Rodrigo Prieto, que logra sin duda uno de sus mejores trabajos fotográficos a la fecha. Utilizando luz natural para los días y artificial para las noches, componiendo cada plano como una célula sutil y acompañando la narrativa demasiado estructurada y rígida de Scorsese. Aquí hay una cinta que desafía al espectador, ya que no recurre a elementos artificiosos como los temas musicales para lograr el drama que busca a cada momento. Aquí reina el Silencio, la naturaleza como testigo de este viaje, el murmullo de los arboles, el sonido de todo lo que nos rodea que compone una banda sonora muy sorprendente pero que definitivamente requiere que el espectador este anuente todo el tiempo.

Liam Neeson con varios kilos menos interpreta a Ferreira

En una sala de cine que proyecte esta cinta, el desafió es apagar el celular, no dejar que la glotonería destruya el momento y como debería ser con el séptimo arte simplemente dejarse llevar, escuchar, sorprenderse y sobrevivir al silencio que propone Scorsese.
Estamos ante una cinta muy personal, un viaje que habla sobre la fe, la falta de ella, la verdad y sobre todas las cosas, la necesidad de ser fiel a lo que uno es y no imponer nuestras ideas por soberbia sino por convicción.

La fe y la convicción de los creyentes

La pasión de los creyentes

El tema de la religión ha sido tratado por Scorsese en esta trilogía virtual que componen. La última Tentación de Cristo (the last temptation of christ, 1988), donde podemos observar al hijo de Dios convertido en hombre, con defectos, problemas, indecisiones y pecados. Una cinta que fue satanizada en su tiempo por jugar con la frase “que hubiese pasado si…” y hacer supuestos sobre la figura casi intocable del cristo redentor, pero que en realidad es una tesis sobre el verdadero significado de ser humano y sus defectos que eso conlleva. Después llego Kundun (1997) donde la espiritualidad y la búsqueda de la divinidad se hacen presentes como viaje, buscando que la imperfección humana se vuelva algo divino y finalmente Silencio que nos habla de como la verdad, el saber rendirse y escuchar es algo necesario cuando se habla de fe y de divinidad. Aquí en Silencio la verdad esta oculta en cada uno y no importa en que se crea, siempre y cuando se preste atención a eso que llamamos universo, donde siempre están las respuestas que uno busca.


Adam Driver olvidándose de la fuerza y creyendo en su fé
Así pues aparte de su desempeño interno, esta cinta es precisamente lo que Scorsese no ha mostrado en sus últimos trabajos, una linea rígida de narrativa medianamente convencional, sin salirse del molde. Actuaciones soberbias y muy contenidas, escenarios cortos y claustrofóbicos, casi haciendo un homenaje a Dreyer o a  Bergman, con esos planos lentos, bellos y profundos. Un ejercicio de amor y de estilo de un director que no necesita demostrar su talento, sino que lo comparte con gran orgullo a todos nosotros.

Scorsese esperando el veredicto mientras dirige su nueva película


NUESTRO VEREDICTO: Con ritmo pausado, muy estructurado, esta cinta definitivamente no es para todos los gustos, ya que la película vive en su propio universo, no hay efectismo musical, no hay cosas que distraigan de esta crudeza visual de la cinta. Sin embargo si usted esta dispuesto a pasar casi 3 horas en este viaje espiritual silencioso, le aseguramos que al final no se va a arrepentir.

CALIFICACIÓN: 10 DE 10
DIRECTOR: MARTIN SCORSESE
DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA: RODRIGO PRIETO
ACTORES: ANDREW GARFIELD, ADAM DRIVER, LIAM NEESON

GÉNERO: DRAMA

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