martes, 2 de enero de 2018

UNA HISTORIA DE FANTASMAS


Cuando uno se encuentra inmerso entre tanta grandilocuencia cinematográfica con salas atiborradas de super héroes y de películas vacías de contenido ruidosas y explosivas, siempre viene bien un descanso merecido. En los primeros meses del año y seguidos de la carrera por los premios, las cintas que llegaran en estos meses deberán ser esa bocanada de aire fresco ante tanta monstruosidad computarizada. 
La musica del recuerdo

Así, perdida en los anaqueles se estrena a Ghost Story o Una historia de fantasmas. La nueva cinta de un director como James Lowery que ha estado muy activo en el cine independiente en los últimos años con cintas como Aint them Bodies Saint que nunca logró la distribución internacional y también ha intentado colarse con cintas comerciales como Pete´s Dragon en 2016 es algo digno de tomarse en cuenta, ya que sin duda se trata de su trabajo más personal y curioso de su filmografía.
Como comer un pay de chocolate cuando eres vegano en un plano

Una historia de Fantasmas se trata de la perdida, del vacío de ese lugar que dejan aquellos que no están más con nosotros. M (Rooney Mara) ha perdido a C(Casey Aflleck) ya que murió en un accidente. C se ha vuelto un fantasma, que se ha quedado con M todo el tiempo, obsevandola, viendo sus actividades como una entidad que maniobra solamente con la frustración de no estar vivo. 
El fantasma de la historia

La cinta se mueve minimalistamente, lenta, precisa, con planos absolutistas de un solo tiro, sin mover la cámara mucho, construyendo ese lugar extraño de tiempos indefinidos por donde se mueve este fantasma ataviado con su tradicional manta blanca. El drama humano de seguir viviendo en una sociedad que esta al borde del fracaso absoluto. De caminar por el tiempo exacto para conectar con lo que será el destino manifiesto del la vida misma, la muerte y poder entender su significado.  
Los lugares y el tiempo indefinido

Esta historia nos deja un rato pensando sobre el adiós definitivo, sobre aquellos vestigios del pasado y su repercusión en el presente. Lowery se las ingenia para que ese fantasma nos ayude a entender eso, con una estética particular como si viésemos una película casera con un negativo de super 16mm, como una cinta vieja anacrónica, que debe su rarencia de formato a la costumbre de las nuevas generaciones de visualizar de forma panorámica. El fotógrafo Andrew Roz Palermo coloca su iluminación muy naturalista en ese tono grisaseo, casi borroso, como aquellos recuerdos que se quieren borrar pero que nunca logran hacerlo del todo.
El silencio en su máxima expresión

La música es casi mínima, el sonido, los silencios, los no diálogos inundan la idea. La premisa sencilla, muy pequeña muy formal y sin grandes tonos fantásticos.
Un curioso Casey Affleck tratando de actuar bajo la manta

La historia de amor entre C y M se reduce a la anécdota de la historia, pero sin duda alguna eso la vuelve un ejercicio por demás interesante.

James Lowery y Rooney Mara después de sundance

EL VEREDICTO: Un cuento simple, sin pretensiones, preciosista, minimalista. No es una cinta de terror, no es un drama absoluto. Es una de esas películas que ya no se hacen y que nos ayudan a entender y a disfrutar del lenguaje cinematográfico en su estado mas puro. No es para todos los gustos ni tampoco para quien vaya con la idea de ver algo convencional. Pero si se le da una oportunidad puede ser una grata experiencia

CALIFICACIÓN 8 DE 10
DIRECTOR: JAMES LOWERY
ACTORES: CASEY AFFLECK, ROONEY MARA

GÉNERO: DRAMA FANTÁSTICO

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