jueves, 6 de abril de 2017

GHOST IN THE SHELL: La vigilante del Futuro


Mamouru Oshii en 1995 durante un periodo bastante sustancial para la exportación del anime japones a todo el mundo, presentó una obra que coloca los cimientos de la ciencia ficción al más alto nivel y que junto con otros exponentes se convertirían en las historias que rondarían en la cabeza de muchos creadores y espectadores de ese tiempo. Nos referimos por supuesto a Ghost In the Shell una cinta animada donde las problemáticas de un mundo futuro se hacen presentes de forma existencial, paradigmática y proponiendo un problema interno en todos aquellos llamados androides. Si bien Blade Runner (1982) ya había sentado la bases cinematográficas de esa sociedad futurista que tenía el look de un Tokio post moderno fusionado con cualquier ciudad enorme, de cualquier sociedad donde la busqueda por un poco de humanidad, inclusive para aquellos seres que no son humanos, es necesaria e incluso perturbadora, en la cinta de Oshii es llevada a la sutileza y sensualidad de la mente femenina. 
La brutalidad Cibernética de Ghost in the Shell

Obviamente aunque tardaron un poco los altos señores de Hollywood ya le habían echado el ojo a esta propuesta para poder generar un remake de la cinta de Oshii pero que también tomara en cuenta el Manga creado por Shirow Masamune en 1989. El resultado es La Vigilante del Futuro (Ghost in the Shell, 2016) que estrena esta semana en todas las pantallas del mundo. 
Una Blanca Nieves sin expresión

La cinta es dirigida por el talachero Rupert Sanders que en sus filas tiene la dirección de Blanca Nieves y el Cazador (Snow White and the Huntsman 2012) una adaptación libre del cuento de Blanca Nieves con una perspectiva tibia y que resulto ser un mediano éxito de taquilla. 
Lo que importa es el interior y Scarlett lo sabe

Sanders decide armarse con toda la parafernalia del estudio y para el protagónico se elige a Scarlett Johansson una actriz que últimamente le ha ido bastante bien en el cine de acción y de super héroes. Por esta decisión la cinta antes de estrenarse cayó en la controversia, ya que Scarlett interpreta a Motoko Kusanagi (que obviamente en la cinta original y en el manga es japonesa como su nombre lo sugiere), los fans de la cinta y del manga estuvieron no muy de acuerdo en ver a su heroína convertida en una chica de Hollywood, pero de inmediato, los ejecutivos lanzaron el primer trailer para taparle la boca a todos, alegando que esta versión de Ghost in the Shell respetaría al máximo su fuente original.
En el mundo futuro la red sera humana

Ghost trata de una joven;  Motoko Kusanagi que fue rescatada desde muy pequeña y convertida en una arma superior para detener enemigos del sistema. Obviamente a Motoko se le hicieron unas mejoras en su cuerpo, convirtiéndola en un robot humano casi perfecto. El conflicto comienza cuando un Hacker que se hace llamar Kuze comienza a atacar los sistemas operativos y  planee crear una nueva red utilizando cerebros humanos. Ahí se desatara una persecución implacable entre Motoko, Kuze y también un reencuentro con su verdadero origen.
La fealdad del mundo de las maquinas

Si bien la cinta de Rupert Sanders es un deleite visual absoluto, los diseños de Jan Roelfs para generar este lugar futurista que mucho debe a Blade Runner, además de todos los efectos físicos y digitales creados por John Dykstra y su enorme equipo que tienen una larga trayectoria en este campo que va desde Star Wars (1977) hasta Godzilla (2014) y que fabrican un verdadero espectáculo visual bastante estilístico y logrado, la cinta de Sanders enmudece cuando se trata de contarnos la historia de forma más profunda y olvidarse un poco de la parafernalia.
Ser cool y verse cool es el lema de Scarlett en Ghost in the shell

El guión creado por Jamie Moss, William Wheeler y Ehren Kruger es débil y tibio al colocar un discurso frío en relación con estos personajes que a simple vista son organismos cibernéticos sin corazón y que por dentro tienen un gran conflicto de personalidad y de incertidumbre. Aquí la cinta falla estrepitosamente ya que se engolosina con el aspecto visual y olvida por completo que también los personajes se van creando de a poco, el guión corre de un lado a otro, como niño con juguete nuevo, desde una secuencia de acción estilizada, hasta un plano abierto de toda la ciudad futurista, para luego darnos un pantallazo del poder de los efectos visuales generados por computadora. Obvio todo esto aderezado con una Scarlett Johansson en un buen momento, echándole muchas ganas a su personaje, aunque se siente que no lo entiende del todo (cada vez que camina esta demasiado tensa para verse natural).
Beat Takeshi haciendo su trabajo

La inclusión de actores como el gran Takeshi Kitano que interpreta a Aramaki el jefe de este grupo elite de guerreros cibernéticos y que es un gran acierto en la cinta, no solo por su interpretación sobria y minimalista (a la que ya nos tiene acostumbrados) sino porque sus momentos son verdaderamente de antología.

Sin embargo al terminar se siente un vacío. Hemos visto una más de estos remakes donde la grandilocuencia de un Hollywood carente de ideas se hace presente, pero que ni con todo el presupuesto del mundo puede borrar la sencillez y profundidad del anime original, ni mucho menos del manga de donde proviene.
Rupert Sanders mientras espera veredicto y pedaleándole la bicicleta a Robert Pattinson

NUESTRO VEREDICTO: Ghost in the Shell es entretenida, visualmente propositiva, pero carece de contenido. Una cinta vacía y espectacular como todas las que Hollywood intenta rehacer a su manera. Sin duda alguna preferimos recordar el anime original y dejar está como una versión descafeinada de este mundo donde los Cyborgs  y los humanos quieren tan solo sentir un poco de lo que significa esta vivo.

CALIFICACIÓN: 6 DE 10
DIRECCIÓN: RUPERT SANDERS
ACTORES: SCARLETT JOHANSSON, TAKESHI KITANO

GÉNERO: SCI FI/ACCIÓN/THRILLER

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